Caída Libre en Paracaidismo

Posted on lunes, 3 de mayo de 2010 | 0 comentarios

La caída libre comenzó siendo una práctica de carácter militar y luego se convirtió en un deporte aéreo.
Esta práctica deportiva genera el máximo vértigo y adrenalina que una persona puede experimentar en vida, sin lugar a dudas.

La caída libre en paracaídas se consolidó como deporte hace tan sólo unas décadas y ahora con la aparición de los grandes simuladores de paracaidismo es que el deporte está adquiriendo un profesionalismo mayor.

Gracias a la modalidad de salto en tándem es posible que personas que no poseen ninguna experiencia con el paracaidismo puedan realizar saltos de caída libre. Esta modalidad consiste en realizar un salto de a dos personas, lo cual permite que un instructor o un experimentado paracaidista tome el control de la caída libre.

La caída libre en paracaídas consiste en realizar un salto desde un avión que sobrevuela los 4.000 metros de altura.
El paracaidas se abre a 1.500 metros, pero antes se realizan todo tipo de piruetas a una velocidad de entre 180 Km. /h. y 250 Km. /h., lo cual se llama caida libre. La caida libre dura aproximadamente un minuto y luego se debe abrir el paracaidas.

La caida libre en paracaidas se considera un deporte de riesgo

La caida libre en paracaidas, así como el paracaidismo deportivo, se considera un deporte de riesgo.
Si bien el riesgo existe, la adrenalina y el vértigo que se pueden experimentar en esta práctica lo valen.

Hoy en día los métodos de seguridad que existen para este tipo de prácticas extremas han mejorado su calidad y es muy improbable que fallen.

El riesgo existe en todos los deportes, pero como el común de la gente ve que lanzarse de 4.000 metros es altamente peligroso se considera que la caida libre en paracaidas es un deporte altamente riesgoso, pero en realidad no es así.

Es como el avión, que se considera el medio de transporte más seguro, el paracaidismo si cuenta con las medidas de seguridad necesarias es muy improbable que sea un deporte que no haga correr riesgo de vida.

La caida libre en paracaidas es fantástica y es recomendable practicarla en zonas donde el paisaje sea de gran riqueza visual, para que las imágenes que recibas queden impregnadas en tu retina de por vida.

Algo que es altamente practicado por los amantes de la caída libre es la fotografía y las grabaciones de video.

Pero no todo el mundo le gusta seguir las reglas de seguridad y ya se han dado muchos casos de súper vertiginosos que se lanzan en caida libre sin paracaidas.
Esta si es una práctica sumamente peligrosa que no recomendamos y estamos en total desacuerdo.

Bueno, les dejo un videíto de paracaísmo!


¡El inicio de esta aventura!

Posted on domingo, 2 de mayo de 2010 | 0 comentarios
Los deportes extremos son todos aquellos deportes o actividades de ocio con algún componente deportivo, que por su real o aparente peligrosidad o por las condiciones difíciles o extremas en las que se practican se consideran bajo este término.
Este término no implica en sí mismo la clasificación de nuevos deportes, sino que agrupa muchos ya existentes que implican cierta dosis de exigencia física y, sobre todo, mental. Como ejemplo están los deportes más exigentes dentro del excursionismo (escalada en hielo, escalada en roca en libre, etc.), y otros de reciente creación como (bungee,snowboard, etc.).


Incluso un mismo deporte puede ser considerado extremo bajo condiciones especiales o circunstancias particulares, como ejemplo: la escalada en roca a unos centímetros del piso (bulder) no se considera “deporte extremo” pero si se realiza en una pared vertical rocosa a varios cientos de metros sobre el suelo entonces sí se le aplica el término.


Hay que recordar que prácticamente cualquier persona puede hacer “deporte extremo” siempre y cuando sea su primera vez. Por ejemplo, el descenso de un río de clase IV es bastante extremo para quienes nunca se habían subido a una balsa y lo sentirá muy por encima de sus capacidades personales. El hecho de salir vivo de esta experiencia, le hará pensar que es un buen deportista mientras que su guía queda relegado a un último plano, cuando es él quien ha solucionado la gran mayoría de los problemas y solucionado el mismo descenso.


El término “deporte extremo” no es adecuado a quienes practican una actividad recreativa ni recreativa o turismo alternativo ni tampoco debe estar definida por el medio ambiente cuya apreciación puede ser subjetiva, dependiendo del grado de preparación. En cambio, el término puede aplicarse a todos aquellos deportistas que están practicando su deporte en los límites actuales de desarrollo, sean montañistas, atletas, gimnastas o cualquier otro. Sin embargo, no parece que el término vaya a ser eliminado (pese a la falta de lógica) de su actual connotación que es del agrado del público y de los comercializadores de bebidas, alimentos, complementos alimenticios o incluso con el consumo de tabaco.

Actualmente, en algunos países se empieza a utilizarse el término “deporte de aventura”, que se refiere a las personas que practican deportes de más alto riesgo de lo normal sin ser profesionales. Un ejemplo de esto es la diferencia que existe entre “espeleología” y “espeleísmo”: el primero se refiere a una actividad científica, mientras que el segundo hace referencia a aquellas personas que lo realizan solo por emoción o deporte alterno.